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Cannabis autofloreciente, ciencia y naturaleza.

La marihuana autofloreciente, también conocida como automática, ha resultado ser una de las mejores soluciones para una gran mayoría de cannabicultores, gracias a su capacidad de florecer con independencia del fotoperiodo al que están expuestas estas cepas. Esta ventaja competitiva, generada de manera natural y potenciada a través de numerosas hibridaciones genéticas, ha dado lugar a una opción realmente interesante para cultivadores que requieren de una mayor rapidez, que disponen de un menor conocimiento botánico o simplemente que viven regiones con una climatología adversa.

¿Qué es la marihuana autofloreciente?

En primer lugar, es conveniente definir qué es y cómo surgieron las plantas de marihuana autoflorecientes. Para ello, se debe rescatar el término Cannabis Ruderalis, genética que surge hace miles de años en territorios ubicados entre Europa Oriental y Asia, concretamente en Rusia y Siberia. Su peculiaridad más evidente es que consiguió adaptarse a unas condiciones climatológicas adversas, acelerando el periodo de floración y reduciendo los tiempos de cultivo.

Estos descubrimientos motivaron a la comunidad cannábica a utilizar la genética Ruderalis en sus nuevas creaciones, resultando híbridos con diferentes distribuciones índica y sativa, más fáciles de cultivar, debido a la independencia del fotoperiodo dispuesto para las fases vegetativa y generativa. Asimismo, se perfeccionaron variedades de marihuana más resistentes, que se adaptan a la perfección a climas fríos, templados y calurosos. Algunas de las primeras cepas no fotodependientes que se utilizaron para realizar cruces son Lowryder y White Dwarf, entre otros.

marihuana autofloreciente

Marihuana Autofloreciente contra feminizada: el gran dilema

Durante las últimas décadas se ha instalado un intenso debate entre la elección de variedades de semillas feminizadas y autoflorecientes, dependiendo de las preferencias y particularidades de cada cultivo. Ambas posibilidades muestran múltiples ventajas e inconvenientes, que ponen el centro de atención en las dispares características cualitativas y cuantitativas

Por ejemplo, las feminizadas presentan un mayor contenido de terpenos, cannabinoides y flavonoides, por lo que los efectos, sabores y aromas son más potentes que las autos. En cambio, estas últimas son más resistentes al estrés, tanto en referencia a la exposición lumínica, a la actividad del cultivador como a las posibles inclemencias climatológicas o a la infestación de plagas de hongos e insectos.

Cabe destacar que se ha popularizado esta categorización de las semillas de marihuana, denominando como feminizadas a las plantas femeninas con genes índica y sativa, que producen cogollos repletos de resina no polinizada. Pero es conveniente poner en valor que la gran mayoría de cepas autoflorecientes también son feminizadas, por lo que lo correcto sería distinguirlas por ser o no fotoperiódicas. Por ello, para elegir entre semillas feminizadas fotoperiódicas o autoflorecientes es necesario atender al tiempo disponible, a la destreza y pretensiones del horticultor, así como a las condiciones ambientales si se pretende cultivar al aire libre bajo luz directa del sol. 

Ventajas de las semillas de marihuana autoflorecientes

Las variedades no fotodependientes albergan una gran lista de ventajas que convencerán a una amplia mayoría de cultivadores, sin tener en cuenta su grado de experiencia:

  • La primera de ellas es que se puede considerar como una planta más fácil de cultivar que las cepas feminizadas, por lo que es ideal para horticultores principiantes.
  • Esto se debe principalmente a que no depende de ningún fotoperiodo durante su cultivo, puesto que comienzan la floración de manera automática, a diferencia de las variedades feminizadas, que sí necesitan cambiarlo de 18 a 12 horas de luz al pasar a florecer. Suelen comenzar la etapa generativa aproximadamente después de tres o cuatro semanas desde la germinación de las semillas, siempre y cuando se propicien las condiciones favorables para su adecuado desarrollo.
ventajas de la marihuana autofloreciente
  • Otro de los factores para denominarlas como semillas fáciles de cultivar es por su alta resistencia a diferentes tipos de estrés, así como por una considerable adaptabilidad a climas fríos con temperaturas bajas. Debido a esta demostrada fortaleza, presentan un menor riesgo a sufrir infestaciones y colonizaciones de plagas de insectos y hongos.
  • En referencia a la morfología de las plantas, presentan una hoja similar a la de la genética Ruderalis, con unos folíolos más anchos y colores más oscuros. De igual manera, el tamaño de los ejemplares es menor que el de las variedades fotoperiódicas, por lo que son ideales para cultivos discretos al aire libre en balcones, terrazas y jardines de pequeñas dimensiones.
  • Además, debido a su estructura compacta y baja estatura, así como por un rápido ciclo vital, demandan menores dosis de fertilizantes, lo que supone un cuantioso ahorro económico a la hora de adquirir productos que aseguren una correcta nutrición de los ejemplares.

Inconvenientes de las variedades no fotodependientes

Por otro lado, la marihuana autofloreciente también presentan una serie de desventajas en comparación con las fotoperiódicas, cuyos argumentos deben conocerse al detalle para saber qué tipo de semilla es la adecuada para cada cultivador.

  • Como se ha mencionado, la marihuana autofloreciente se caracteriza por una estatura baja, por lo que la producción también será menor en referencia a las cepas feminizadas.
  • Presentan un menor contenido de cannabinoides, terpenos y flavonoides, por lo que se considera que las feminizadas son más potentes y aromáticas. Además, carecen de la proteína que sí presentan estas últimas, cuya función es regular los diferentes ciclos vitales.
  • Las feminizadas permiten ser cultivadas mediante esquejes, mientras que para las autos tan solo es posible a través de la germinación de semillas.
  • Las automáticas, al exhibir un ciclo vital más corto y no disponer del tiempo suficiente para recuperarse correctamente, no es conveniente realizar ningún tipo de podas o moldear los ejemplares, como sí ocurre con las fotoperiódicas.
  • Los cogollos de las feminizadas -sobre todo en las variedades índicas- suelen ser más densos y resinosos, mientras que la relación cáliz/hoja de las autoflorecientes presenta un mayor número de hojas, lo que dificulta la labor de cosechar, secar y manicurar las flores.
inconvenientes de la marihuana auto

¿Con qué clase de semilla es conveniente empezar a cultivar marihuana?

Tras todos los pros y contras mencionados de las semillas de marihuana autofloreciente, es lógico preguntarse con qué tipo de cannabis es conveniente comenzar a cultivar en interior o exterior. Para esta pregunta, como se ha explicado anteriormente, existen numerosas aristas y particularidades que, como si de un dilema ético se tratase, no derivan en una solución única ni en una receta milagrosa.

Bien es cierto que las variedades autoflorecientes son más fáciles de cultivar, que soportan de mejor manera el estrés y que no dependen de ningún fotoperiodo lumínico para pasar de crecimiento a floración. Pero, no por ello los cannabicultores noveles deben comenzar con este tipo de genéticas, pues si disponen del tiempo necesario, de los productos recomendados y de una climatología favorable, no será nada extraño que consigan abundantes cosechas de cogollos más aromáticos, con una mayor carga de cannabinoides y terpenos.

Por ello, es necesario dejar al libre albedrío la elección de las genéticas que se van a cultivar por primera vez. Es conveniente que cada horticultor ponga en una balanza todas estas ventajas e inconvenientes y que sobre ellos recaiga la decisión de si están preparados o no para llevar a cabo tal apasionante labor botánica.

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