Aprender cómo hacer esquejes de plantas es muy útil para los apasionados del cultivo, pues les permite tener una copia genética exacta de sus ejemplares favoritos. Lánzate a hacerlo con esta guía básica.
¿Qué son los esquejes?
Los esquejes son fragmentos de plantas extraídos de un vegetal vivo, conocido como planta madre, con fines reproductivos. Este método asexual consiste en cortar una parte del vegetal (un tallo, una hoja o una rama) para colocarla en un medio de cultivo que le permita enraizar, y crear así una nueva planta.
Al cortar un esqueje, es importante seleccionar una parte de la planta que esté sana y libre de enfermedades. Además, es recomendable que el esqueje tenga al menos dos nudos, ya que éstos son los puntos en los que se desarrollarán las raíces y los brotes nuevos.
Esta técnica permite obtener una planta idéntica a la madre, así como multiplicar plantas vivaces de forma rápida. En cualquier caso, lo primero que hay que tener en cuenta para aprender cómo hacer esquejes de forma correcta es elegir una planta madre saludable y vigorosa. No sirve de nada replicar genéticas de mala calidad.
Tipos de esquejes
Saber cómo hacer esquejes implica escoger el tipo de esqueje adecuado para el tipo de planta que se desee propagar y la época del año en la que se realice el proceso.
Esquejes de hoja
Los esquejes de hojas se utilizan para plantas que tienen hojas grandes y carnosas, como las suculentas. Para realizar este tipo de esquejes es necesario cortar una hoja entera con un cuchillo afilado y dejarla secar durante unos días. Una vez seca, es el momento de plantarla con una mezcla de tierra y arena, y un riego moderado que mantenga el suelo húmedo.
Esquejes de tallo
Son los esquejes de marihuana más comunes y, en general, de todas las plantas. Son ideales para vegetales que tienen tallos fuertes y leñosos, como las rosas.
Esquejes de raíz
Son habituales en plantas que tienen raíces fuertes y gruesas, como los árboles frutales. En este caso, es necesario cortar una sección de raíz de uno 10-15 cm de longitud y plantarla en una mezcla de tierra y arena. Conservar la humedad del sustrato es fundamental para que la raíz pueda crecer, por lo que es recomendable emplear un propagador durante los primeros días y aplicar hormonas estimulantes de raíces.
Cómo hacer esquejes
Siguiendo estos sencillos pasos, hacer esquejes se convertirá en una tarea sencilla y con resultados increíbles.
Materiales necesarios
- Tijeras de podar afiladas y desinfectadas
- Sustrato (tierra, lana de roca, vermiculita, perlita…)
- Semilleros
- Propagador de esquejes o similares
- Hormonas de enraizamiento
Hacer esquejes paso a paso
Aunque los tres métodos para hacer esquejes son similares en la práctica, esta guía sobre cómo hacer esquejes se centrará en los esquejes de tallo por ser los más comunes.
- Escoge como planta madre un vegetal sano y vigoroso.
- Corta una rama de donde pueda salir un tallo tierno pero firme y de 8 cm de longitud como mínimo. El corte debe ser limpio y preciso, justo debajo de un nudo o de una yema.
- Coloca el esqueje en un recipiente con agua y estimulante de raíces hasta su trasplante.
- Quita las hojas inferiores de los esquejes, dejando uno o dos grupos de las mismas en la parte superior.
- Corta las puntas de las hojas un centímetro aproximadamente para evitar que se deshidraten. También puedes rectificar el corte si no ha quedado limpio o para hacer el esqueje más corto. Un corte en ángulo aumenta la superficie en contacto con el sustrato.
- Antes de pasar el esqueje a tierra, puedes raspar el tallo para facilitar la impregnación de las sustancias del sustrato y del agua con hormonas.
- Prepara un semillero con turba, en el centro de la cual debes hacer una hendidura para insertar el esqueje. Pueden utilizarse directamente cubos de lana de roca.
- Termina de cubrir el esqueje con un poco de sustrato.
- Introduce el semillero en un propagador durante los primeros 23 días para generar una alta humedad. Puedes utilizar un termohigrómetro para controlar que vaya bien. Coloca al propagador en un lugar iluminado pero no bajo la luz directa.
La temperatura debe mantenerse entre 18-22 ºC, mientras que la humedad debe superar el 90% los primeros 2-3 días. Después, es bueno ventilar la zona abriendo unos 15 min/día, e ir aumentando los periodos. Pasados 22-25 días, sólo queda trasplantarlos a una maceta con más capacidad.
Es importante mantener el sustrato húmedo durante todo el proceso de enraizamiento. Se recomienda regar los esquejes con agua tibia y pulverizar las hojas para mantener una alta humedad ambiental. Sin embargo, debes evitar el exceso de agua, pues puede provocar la pudrición de los esquejes.
Cómo trasplantar esquejes
Una vez desarrolladas las raíces, es momento de trasplantar los esquejes a una maceta con tierra con una capacidad unos litros mayor que el semillero. La tierra debe de estar húmeda y suelta, es decir, contar con un buen drenaje y aireación. Dependiendo de la composición de la tierra, se debe comenzar a alimentar las plantas con fertilizante.
Errores más comunes al hacer esquejes
- Hacer esquejes en cualquier momento del año. Cada planta enraíza mejor en una época del año, por lo que la tasa de éxito subirá si se realiza en el momento adecuado. Por esto, se recomienda investigar cuál es el mejor período para cada vegetal.
- No preparar el sustrato adecuadamente. El sustrato de los esquejes, y posteriormente el de las macetas, debe contener los nutrientes y complementos que cada planta necesita para desarrollarse correctamente. Además, debe ser de calidad para asegurar su efectividad.
- No hacer un corte limpio. Muchas veces es complicado hacer un primer corte limpio por la posición de la rama en la planta. Si esto ocurre, hay que rectificar cortando un poco del tallo del esqueje antes de colocarlo en tierra, ya que puede no entrar en contacto con los nutrientes. Además, es imprescindible utilizar una herramienta afilada y desinfectada para ello.
- Mantener la humedad baja. Los esquejes necesitan unos niveles relativos de humedad muy altos, sobre todo los primeros días. Por ello, es importante utilizar un propagador de esquejes o técnicas similares, y rociar regularmente con agua.
- No controlar la temperatura y la luz. Los esquejes suelen necesitar temperaturas entre los 18ºC y 25ºC y estar iluminadas sin estar expuestas directamente a los rayos del sol.
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