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Cómo conservar las plantas madre de marihuana

En ocasiones, hay plantas de marihuana que sobresalen por encima de las demás en una cosecha determinada. Por su olor, sabor o su estructura, tiene unas características que la hacen irrepetible y que sería ideal poder clonar, cultivar y disfrutar siempre de esta cepa en particular. Para ello, se mantiene la planta madre. No solo suponen un gran ahorro en la compra de nuevas semillas sino que, además, permite obtener nuevas plantas que comparten la misma genética.

¿Cómo elegir una buena planta madre?

Aunque pueda parecer una obviedad, es importante estar seguro al 100% de que se trata de una planta de marihuana hembra. Otro aspecto a tener en cuenta es el vigor y el rendimiento de la planta. Si durante la fase germinativa se ve que es una planta vigorosa y su crecimiento es óptimo, entonces puede ser una posible candidata a planta madre

Es muy importante que la planta esté sana y tenga una gran resistencia a enfermedades, plagas y hongos. Durante la fase de crecimiento habrá que prestar atención a su estructura, para comprobar que las distintas partes que la forman, como el tallo central y las ramificaciones, crezcan con fuerza.

crecimiento de una planta madre

También, habrá que observar cuál es su modelo de floración y su producción de resina. Así se podrá hacer una aproximación del tiempo que tardará en finalizar sus distintas fases, y comenzar la cosecha. 

Y, finalmente su sabor, así como su olor y potencia. Una vez que haya terminado la cosecha y se hayan secado las flores, habrá que comprobar si su sabor también es óptimo. Si cumple todos estos parámetros, entonces será la elección ideal. 

¿Qué cuidados hay que seguir para una planta madre?

Una vez que hayamos escogido el ejemplar con el que realizar la planta madre, hay que seguir una serie de pasos para su cuidado y mantenimiento. Con el objetivo de conseguir numerosos esquejes que garanticen cosechas abundantes. 

Se plantarán los esquejes en macetas medianas, y se les establecerá un ciclo lumínico de 18 horas de luz y 6 de oscuridad total, para impedir que las plantas pasen a la fase de floración. Las plantas madre siempre se deben mantener en la etapa vegetativa, para que continúen produciendo esquejes. 

En estos casos, se puede utilizar iluminación LED. Se pueden mantener en un pequeño armario donde se encuentren ellas solas. En cuanto al abono de la planta, se debe tener en cuenta que nunca hay que abonar en exceso, porque se podría estresar. Lo recomendable es hacerlo cada tres semanas o cuando sea necesario. 

marihuana en maceta

Otro de los puntos más destacados es la poda, con el fin de facilitar el crecimiento de las ramas. Además, cada tres meses aproximadamente, habrá que podar también las raíces. Se saca el cepellón de la maceta y se cortan unos dos centímetros en cada lado y por abajo. Después, se meterá de nuevo en la maceta y se rellenará con nueva tierra.

A pesar de que la planta esté en continua fase de crecimiento, si las raíces no pueden expandirse más, entonces entrará en fase de floración por sí misma. 

  • El ciclo lumínico: siempre en fase de crecimiento. 18 horas de luz y 6 de oscuridad.
  • Cuidado con el abono, se podrían estresar si reciben de más. 
  • Podar sus ramas y también sus raíces.
  • Mantenerlas en un espacio con humedad y temperaturas adecuadas. 
  • Hidratarlas con agua que contenga el nivel de ph adecuado y buenos nutrientes.

Una recomendación es mantener uno o varios esquejes como copia de seguridad, para garantizar la supervivencia de la variedad seleccionada. Así, si la planta madre sufre cualquier imprevisto, habrá posibilidad de conseguir una nueva con la misma genética. 

¿De semillas regulares o feminizadas?

La mayoría de cultivadores escogen las regulares para seleccionar la planta madre al ser semillas más estables. Sin embargo, son muchos los que se están pasando a las feminizadas, ya que te garantizan que la planta sea hembra. 

planta madre

Eso sí, ya sea con una o con otra, únicamente sirven las semillas fotoperiódicas. Nunca se debe seleccionar una planta madre de cepas autoflorecientes, ya que lo último que queremos es que la planta madre florezca.

Una vez aprendidos todos los trucos de mantenimiento y conservación, si se siguen de manera correcta, la planta madre puede durar infinidad de tiempo, tanto como se cuide. Algunas pueden durar incluso décadas.

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