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Cuál es el ciclo de vida de las plantas de marihuana

Se trata de una de las preguntas más recurrentes de los cultivadores que se inician en este apasionado mundo botánico: cuáles son las fases de la marihuana. Tanto en interior como al aire libre, el desarrollo de las plantas de cannabis transcurre por diferentes ciclos vitales, en los que necesitan parámetros específicos para conseguir su máximo esplendor una vez se cosecha la producción. 

Del mismo modo, estos bellos ejemplares se adaptan con facilidad a múltiples espacios, medios (tierra, fibra de coco y sistemas hidropónicos/aeropónicos) y métodos de cultivo, así como a abonos, fertilizantes y aditivos de origen químico, mineral, orgánico o vegetal. Para ello, en este artículo de Grow Shop Online se desglosa cada una de las cinco etapas principales que experimentan las plantas de marihuana durante su desarrollo vegetativo y posterior fase de floración.

Fases de la marihuana: germinación de la semillas de cannabis

Después de comprar las semillas de marihuana regulares que se pretenden cultivar tanto en interior como en exterior, comienza la fase de germinación, la cual suele durar hasta una semana de media, cuya misión principal es que la raíz brote de la cáscara, alcanzando una altura mínima de 2-3 centímetros. Para ello, es importante garantizar una correcta humedad para que pueda germinar, cosa sencilla gracias a la técnica del papel absorbente.

No obstante, este método puede dejar restos de papel en la raíz, lo que podría afectar en las siguientes fases de crecimiento y floración de las plantas de marihuana. Por este motivo, otra técnica que funciona de manera eficaz es plantar las semillas directamente en el suelo, para lo que se debe asegurar el buen estado de la tierra, en cuanto a su textura y a sus valores térmicos e higrométricos. También se pueden adquirir herramientas específicas como propagadores, que facilitan esta tarea para los cultivadores menos experimentados.

Respecto a su desarrollo, se puede observar como la planta empieza a crecer cuando resquebraja la semilla, brotando dos hojas redondas conocidas como cotiledones. A través de estas hojas comenzará a absorber la luz y poco a poco formar un abanico, con el que habrá comenzado la siguiente etapa de plántulas.

fases de la marihuana

Plántulas, el siguiente paso

Una vez ha transcurrido el tiempo necesario para que las semillas germinen, convirtiéndose en lo que se conocen como plántulas, comienza la etapa vegetativa de las plantas de marihuana. A partir de este momento, el sistema radicular empieza a desarrollarse con mayor fuerza, al mismo tiempo que las hojas se multiplican -hasta que alcancen los 5-7 folíolos- y los ejemplares adquieren una mayor altura. 

Según diferentes factores, este periodo puede durar de 3 a 6 semanas con un ciclo de luz de 18 horas, en las que será importante asegurar una temperatura de 25 ºC y una humedad del 65-70%. Tras ello, seguirá la parte central de la fase de crecimiento, donde se desarrollará vegetativamente, antes de pasar a la posterior floración. También se puede transplantar directamente a tierra, aunque se debe extremar la precaución respecto al exceso de humedad, el cual puede propiciar la aparición de moho.

plantula

El crecimiento, otra de las fases de la marihuana

El segundo de los estadios principales que definen el ciclo vital de las plantas puede resultar el menos importante o el que menos atención necesita por parte del cultivador, pero nada más lejos de la realidad. Cualquier error que pueda producirse durante esta fase, si no se solventa a tiempo, puede comprometer seriamente la calidad y cantidad de la cosecha. A partir de este momento, los ejemplares producirán más follaje, gracias a la absorción y asimilación de nutrientes y dióxido de carbono, el cual libera durante las horas de oscuridad.

De una manera aproximada, la fase vegetativa suele estar comprendida entre 3 y 16 semanas, en relación a la genética de la cepa y a las pretensiones del cultivador. Este periodo será suficiente para propiciar a las plantas un crecimiento exponencial, que por supuesto variará según diferentes factores como por ejemplo si el cultivo tiene lugar en interior o al aire libre.

En este sentido, la principal diferencia se basa en la procedencia de la fuente de luz, puesto que en exterior proviene del sol y en interiores es artificial, producto de luces LED, LEC, HM o fluorescentes, según el sistema de iluminación dispuesto. En cultivos de interior, durante el crecimiento es conveniente utilizar luces frías de espectro azul, así como asegurar un fotoperiodo de 18 horas de luz y 6 de oscuridad, aunque es posible acortar esta fase en algunas genéticas con un régimen lumínico de 20/4.

Asimismo, cabe destacar que la fase vegetativa en interior siempre será más corta que en exterior, aunque es posible que varíe según la variedad y método de cultivo. En este sentido, con una semilla feminizada el crecimiento puede durar de 4 a 8 semanas, mientras que en una autofloreciente será de 2 a 4 semanas, según marque la propia cepa, puesto que cambia a floración de manera automática. Como regla general en interior, cuando la mitad del espacio disponible esté cubierto de brotes, será el momento más adecuado para pasar a floración, ya que el resto del espacio se completará durante la fase generativa.

fases de la marihuana

Otros factores importantes en la fase vegetativa del cannabis

También se debe tener en cuenta que en cultivos de exterior, debido a la temporalidad de las estaciones, el crecimiento puede llegar a durar de 3 a 6 meses, según la genética. En referencia al fotoperiodo que se comentaba anteriormente, es importante explicar que durante las 16 horas de luz las plantas realizan la fotosíntesis, absorbiendo la luz mediante la clorofila y transformándola en energía. Mientras que en las horas de oscuridad lleva a cabo la respiración celular, liberando dióxido de carbono.

Otros condicionantes claves durante la fase vegetativa son los valores ambientales, el medio de cultivo, el riego y los nutrientes que reciben los ejemplares. En cuanto a los primeros, se puede afirmar que la planta de marihuana crece de manera correcta con una temperatura que no descienda de los 20 ºC y que no supere los 27 ºC. Igualmente, la humedad relativa deberá estar comprendida entre un 45 y 55%.

temperatura plantas

También es importante escoger el medio de cultivo que mejor se adapte a la variedad, al espacio de cultivo y a la experiencia del horticultor. La manera más recurrente de cultivar marihuana es utilizando tierra como sustrato, siendo la solución menos intensa y más suave y sencilla. No obstante, existen otros medios como la fibra de coco, un tanto más exigente, así como sistemas hidropónicos, los cuales son mucho más delicados, intensos y complicados.

Respecto a los nutrientes, durante esta fase los elementos químicos más consumidos son el nitrógeno (N) y el potasio (K). Por ello, es una buena opción utilizar sustratos ya abonados, que cubren eficientemente las demandas nutricionales de las plantas, además de algún estimulador de raíces en el agua de riego, teniendo en cuenta que las sobrefertilizaciones podrían resultar un gran problema para el cultivo. Para ello, también se aconseja una temperatura del agua de riego de 22 ºC aproximadamente, así como un pH entre 5.5-5.8 y una EC que alcance 1.1 al final de la fase vegetativa.

Fases de la marihuana: Floración

Sin lugar a dudas, se trata de una de las fases más importante dentro del cultivo de plantas de marihuana, pues es el momento donde los ejemplares llegan a su madurez sexual, ofreciendo grandes cantidades de resina sobre sus cogollos. En la fase generativa, las plantas dejan de crecer y se centran en producir flores, cuyo periodo suele durar de 6 a 10 semanas de media, aunque existen variedades sativas que requieren de más tiempo (hasta 15 semanas) para obtener cálices adecuadamente maduros.

De manera general, se suele clasificar este ciclo vital en prefloración y floración. Durante la primera etapa, nada más termina el desarrollo vegetativo, comienzan a salir los primeros brotes, mientras que en variedades regulares se considera el momento en el que se identifica el sexo, puesto que pueden resultar plantas hembras o plantas macho dependiendo de diferentes factores.

Una vez termina la prefloración, empieza en plenitud la etapa generativa, donde en variedades feminizadas se debe cambiar el fotoperiodo a 12 horas de luz y 12 horas de oscuridad. No obstante, en cepas autoflorecientes se puede mantener un régimen 18/6 o 20/4 durante todo el cultivo. Por otro lado, la temperatura debe estabilizarse entre 20 y 25 ºC, y la humedad relativa en 40-50%. Además, en esta etapa cobra más importancia el suministro de potasio y fósforo, mediante estimuladores específicos para floración, los cuales propician una mayor explosión de cogollos, al igual que algunos de ellos pueden realzar y endulzar los sabores característicos de cada variedad.

En exterior, esta reducción de horas de luz se realiza de manera natural cuando se acerca el otoño. En este sentido es necesario remarcar las diferencias de las variedades de cannabis sativas e índicas, según su genética y lugares de origen. Las primeras, al proceder de territorios tropicales con una distribución lumínica anual que suele mantenerse estable en 12-12, se estiran más que las índicas. Por el contrario, estas últimas proceden de lugares con diferentes climatologías según las estaciones al año, por lo que a menos horas de sol, la altura será menor; por ello las feminizadas suelen crecer en primavera y florecer durante el verano.

fases de la marihuana

La cosecha de las plantas de cannabis

De manera más exacta, no se puede considerar la cosecha como un ciclo vital de la planta, sino más bien una etapa importante dentro del cultivo, pues de su éxito dependerá que las flores exhiban los mejores aromas y sabores, al mismo tiempo que produzca efectos intensos y duraderos. Para ello, es importante saber cuál es el momento exacto para recolectar la producción, misión para la que existen diferentes métodos, del mismo modo que los bancos de semillas suelen ofrecer un tiempo de floración aproximado para cada una de sus variedades.

La técnica más infalible consiste en observar la coloración de los tricomas, para la cual nos podemos ayudar de herramientas como lupas y microscopios. El aspecto más adecuado de las glándulas de resina viene acompañado por una tonalidad marrón o rojiza de los pistilos, síntoma de que el momento óptimo de maduración ha llegado. Para ello, debemos ver cómo los tricomas se vuelven un tanto grisáceos, con colores blancos y lechosos en más de un 60% de los cogollos, lo que quiere decir que ya se pueden cortar. Si por el contrario todavía son transparentes, habrá que esperar una semana más.

Tras el corte no acaba el cultivo, pues como se ha explicado en otros artículos publicados en nuestro blog, comienzan los procesos imprescindibles de manicurado, secado y curado de los cogollos, con tal de asegurar los mejores sabores, aromas y efectos en nuestro cultivo de cannabis.

El cultivo de marihuana es todo un arte

Como habrán podido comprobar al leer este post, el cultivo de marihuana no es una tarea sencilla, aunque con los conocimientos básicos sobre los parámetros que necesitan en cada una de sus etapas, se vuelve una labor muy gratificante y satisfactoria. Las fases de la marihuana son variadas y transversales en algunos casos, por lo que es conveniente que conozca todos los detalles respecto a la alimentación, iluminación, ventilación, conservación y técnicas de cultivo para conseguir flores de gran calibre y que, por supuesto, tras cada cultivo sean mejores.

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